

Hace unos días pensaba en los falsos mitos de la cosmética. Bueno, mejor dicho, lo que para mí son falsos mitos porque obviamente a otra persona le pueden parecer ciertos. Así que hoy comparto con vosotras los míos y por supuesto, espero que compartáis los vuestros en comentarios!
Mis falsos mitos
Las pieles grasas no necesitan hidratación
En la teoría las pieles grasas tienen un exceso de lípidos, pero eso no significa que sufran un exceso de agua, por lo que es necesario utilizar una crema hidratante que aporte la cantidad necesaria de agua. En la práctica, las pieles grasas suelen necesitan mucha hidratación porque en la mayoría de casos van acompañadas de problemas como el acné lo que significa tratamientos muy astringentes y agresivos que resecan en exceso algunas zonas. Eso sí, es necesario escoger bien tu crema hidratante y sobre todo leer los ingredientes: mucha agua y nada de alcohol ni aceites.
El corrector de ojeras debe ser más claro que tu piel
A parte de correr el riesgo de conseguir el efecto panda, no es un look natural. El corrector debería ser del mismo tono que tu base de maquillaje y en caso de ser necesario, es mejor utilizar un pre-corrector para neutralizar el color de la ojera y después el corrector. Si además, eliges un corrector con un tono amarillento de base, iluminarás la mirada de forma natural y nada exagerada!
Look natural: máscara de pestañas marrón
Para conseguir un look natural no hay nada como imitar el color y la textura de nuestras propias pestañas y ¿de qué color tienes las pestañas? A no ser que seas muy muy blanca la respuesta debería ser: “negras”. Así que por qué escoger una máscara marrón?
El perfilador de labios debe ser más oscuro que el color del pintalabios
A no ser que quieras imitar el look Pamela Anderson te recomiendo que uses un perfilador del mismo color que el pintalabios que vas a aplicarte. De esa forma, conseguirás perfilar el contorno del labio sin que nadie se percate!
El rizador de pestañas es un enemigo
He oído tantas historias sobre el rizador de pestañas que la primera vez que lo usé le tenía miedo. Reconozco que introducir el ojo en un cacharro de metal tan aparatoso no es algo natural, pero si dedicas el tiempo necesario en aprender a usarlo no podrás vivir sin él y te aseguro que tras años de uso tengo todas mis pestañas en su sitio jejeje. El truco es elegir el rizador según la forma de tu ojo y hacerte con un rizador con el arco lo más parecido a la forma de tu ojo. Por ejemplo, si tienes el ojo almendrado el rizador de MAC te irá mejor que el famoso rizador de Shu Uemura que es perfecto para las asiáticas porque tienen los ojos menos arqueados, más planitos.
¿Cuáles son vuestros falsos mitos?