Bronceadores: Mi pareja perfecta

¡Hola chicas!

El buen tiempo se acerca tímidamente y aunque me considero una chica de verano (no aguanto el frío) cada vez recibo la temporada cálida con el mismo temor al sol. Parece contradictorio que lo que más te guste de algo sea al mismo tiempo lo que más temas, pero cuando has nacido con una palidez innata y una tendencia a las quemaduras solares no es que sea de extrañar.

Os preguntaréis qué es lo que hago entonces para no parecerme a Casper…

Os presento a mis dos soles: Chanel Soleil Tan y Estée Lauder Bronze Goddess.

Chanel Soleil Tan: Antes llamado Bronze Universel, es un bronceador en crema con un reflejo dorado diminuto. Me encanta porque me permite graduar el tono que quiero, ya que si me excedo en la cantidad, siempre puedo difuminarlo con la base de maquillaje, algo más complicado con los bronceadores en polvo. Lo importante es tener en cuenta que menos es más y es preferible ir aumentando la intensidad poco a poco para no acabar como naranjito!

Tras probar varios métodos de aplicación, mi preferido es usar la brocha MAC 109, ya que es muy densa y difumina el producto bien, es direccional porque sus cerdas son firmes y el tamaño de la brocha no es muy grande lo que la hace perfecta para aplicar el bronceador en el contorno del rostro. El único inconveniente al usar una brocha con pelo natural es que inevitablemente algunos pelillos acabaran pegados en el bronceador. Sí sí las de MAC también tienen esa costumbre! Para no destrozar la superficie del bronceador os recomiendo que quitéis los pelillos de la brocha con una pinza para depilar cejas para no arrastrar más producto de la cuenta. Después de invertir en un Chanel no vamos a perder la mitad del producto cada vez que quitemos los rastros de la brocha.

Aunque el precio, + de 40€, da un poco de respeto, os durará muchísimo tiempo ya que contiene 30gr de producto. Creo que este bronceador es recomendable para todo tipo de pieles, teniendo en cuenta que en las pieles grasas será necesario fijarlo con polvos. Recordad que se debe aplicar justo después de la base de maquillaje antes de fijarlo con los polvos para que no queden parches.

Estée Lauder Bronze Goddess: Más que un bronceador, es un nuevo concepto que en mi opinión es más indicado para las pieles claras. Se trata de un colorete combinado con ligeros polvos de sol que iluminan el rostro. Para mí es ideal para las pieles claras porque no es el típico marrón oscuro con reflejos dorados que deja el efecto rostro “sucio” sino el toque que le da vida a la palidez innata. Bronze Goddess es un 2 x 1 y por eso me encanta. Cuando te subes a un avión y llegas a casa 24 h después (Taiwan-Hong Kong-Munich-avería-Barcelona...mejor olvidarlo!) es el producto que quieres tener a mano porque te borra el cansancio y le da vida a la expresión. Además, no hace falta escoger qué colorete combinar con el bronceador porque el coral rosado del blush en el centro es la pareja perfecta de los polvos claros de alrededor. Según el acabado deseado podéis aplicaros sólo el blush, mezclar el blush con los polvos bronceadores o aplicarlos solos.

Es mi preferido porque mi piel es de tono frío, rosada y con tendencia a enrojecerse, y precisamente por eso Bronze Goddess me deja un acabado muy natural, ya que tiene ese pigmento rosado que al mezclar con los polvos bronceadores me sienta tan bien.

Os dejo unos swatches. Disculpad el estado de deshidratación de mis manos. Se me ha acabado mi crema de manos preferida ^o^

Cómo escoger tu bronceador…

Lo primero que os recomendaría es huir de los bronceadores talla única. La mayoría de firmas de cosmética, suelen tener más de un tono de bronceador según el tipo de piel. Si una marca trata de vender el mismo bronceador a una piel clara que a una piel media, desconfiad y si no indica para qué tipo de tono de piel está recomendado, como los bronceadores de MAC, será más difícil dar con la diana sin ayuda de una consejera de belleza.

Para saber qué bronceador es el más adecuado para vuestra piel debéis tener en cuenta vuestra tonalidad de piel (clara, media, morena) y también si el tono es frío (piel rosada) o cálido (piel amarillenta) porque cada tipo y tono de piel se broncea naturalmente con un tono diferente. Para que sea más fácil, fijaros en una foto del verano pasado y observad de qué tonalidad es vuestro bronceado, qué pigmentos predominan (dorado, rosado, rojo, amarillo…).
Por ejemplo, como os decía yo tengo una piel rosada y clara e incluso cuando he estado “morena” continuaba predominando el tono rosado/rojo en mi piel, por lo tanto necesitaré un bronceador que no sea marrón o muy intenso sino que tenga pigmentos rojos o rosados. Si no lo encontráis, un truco es combinar el bronceador que tengáis con un colorete rojo como NARS Exhibit A o Sleek Scandalous.

Lo más importante es que encontréis vuestro bronceador ideal y no os dejéis llevar por las alabanzas que reciben los bronceadores más populares como Nars Laguna o Benefit Hoola. Ambos no han funcionado para mí aunque eso no quiere decir que no sean estupendos, simplemente no lo son para mi tipo de piel porque no me dejan un acabado natural.

Antes de compraros un bronceador probadlo en el rostro, no en la mano, para que podáis decidir si el tono os parece natural o no. Eso sí, daros tiempo y comprobad el color fuera del centro comercial. Los focos de los stands de cosmética son muy traicioneros.

¿Habéis probado estos productos? ¿Cuál es vuestro bronceador preferido?

Bsos