Mascaras: Preguntas, respuestas y un truco!

¡Hola chicas!

Hace ya días en comentarios (los leo todos) Rocío me pedía opinión sobre las máscaras de pestañas. Sé que lo típico sería daros nombres y apellidos de mis preferidas, pero aunque hay alguna excepción, creo que todas son buenas.

Pensaréis…¡pero qué está diciendo! Jajaja

Siempre he sido fan de las máscaras de droguería. Creo que no tiene sentido invertir en una máscara de alta gama porque en 3 meses empieza a secarse y con suerte en 6 la tienes que tirar a la basura. Claro que hay máscaras de Dior o Clinique que son una maravilla, no lo pongo en duda, pero ¿merecen que paguemos su alto precio teniendo en cuenta su corta duración? ¿realmente la diferencia con las máscara de droguería es tan grande?¿Qué es lo que hace que una máscara nos vaya de maravilla y otras no?

Si bien es cierto que hay fórmulas horribles y que tienen poca duración (estas son las excepciones que mencionaba) por lo general hoy se pueden encontrar en el mercado máscaras de muy buena calidad. Las diferencias entre una y otra en mi opinión es…

¡La brocha!

Sí, creo que la brocha, cepillo, spoolie o como lo queráis llamar y no la fórmula de la máscara en cuestión es lo que crea la diferencia.

No todas las brochas funcionan para todo tipo de pestañas igual que no todas las bases de maquillaje funcionan para todo tipo de piel.
Si tenéis las pestañas largas o con las puntitas rubias, las brochas gordas las alargarán más. En cambio, si son cortas, una brocha demasiado ancha no cogerá la pestaña de raíz y no podrá alargarla. De la misma forma, las brochas pueden estar hechas de varios materiales: con las cerdas de plástico (o látex) como la L’Oréal Volume Milion Lashes o la Cover Girl Lashblast, con las cerdas estilo cepillo como la L’Oréal Voluminous o la MUFE Smoky Lash, las hay de brocha estrecha como la Maybelline Great Lash, etc.

A la hora de elegir una máscara es importante que sepáis cómo son vuestras pestañas: largas, cortas, con poca cantidad, con las puntitas rubias, etc. y después de probar mucho saber qué tipo de brocha os funciona mejor: ancha, estrecha, de plástico, de cepillo, etc.

Si la brocha no es la adecuada, por muy buena que sea la fórmula, probablemente no volváis a usar la máscara. En cambio, si la fórmula no es nada especial, pero el cepillo se adapta a vuestras pestañas…¡voilà! ¡Ha nacido un amor!

Puede parecer una tontería, pero mis dos máscaras preferidas tienen una brocha muy similar y las dos son del mismo material! Como tengo las pestañas largas, pero las puntitas rubias me encantan las brochas gorditas. En cambio, para las pestañas inferiores prefiero usar una brocha estrechita para que no me queden pegotes. Cada una tenemos nuestras preferencias, sólo tenéis que encontrar las vuestras.

Una vez “habéis conocido” a vuestra máscara de pestañas ideal y os fijáis en la brocha que tiene, cuando la máscara se seque, ¡no la tireis!
Si limpiáis la brocha, una vez esté seca, la podéis usar con cualquier otra máscara de pestañas o la podéis hacer servir para peinar las pestañas una vez aplicada la máscara para evitar pegotes o eliminar el exceso de máscara.

También sirve para peinar las cejas y junto con un producto fijador de cabello como laca o gomina incluso funciona como fijador de cejas. Aprovecho para responder a otra pregunta que me hicieron hace poco. ¿Debería invertir en un spoolie y en un fijador de cejas MAC?

Cómo limpiar y desinfectar la brocha de una máscara antigua

Necesitarás…

Champú (yo uso Johnson’s Baby porque es el que utilizo para limpiar mis brochas)
Fieltro blanco (los discos desmaquillantes de algodón dejan pelitos)
Aceite de jojoba (o cualquier desmaquillador de ojos o limpiador de brochas)
Alcohol sanitario 90% (de venta en farmacias o bazares chinos)

1. Para eliminar las primera capas de máscara, moja la brocha con agua templada y con la mano mojada, échate una gota de champú. Impregna la brocha con el jabón y frótala con cuidado en la mano para que salga el producto. Aclara con agua. Repite este paso 3 o 4 veces hasta que al frotar la brocha en la mano no salga más máscara.

2. Aplica unas gotas de aceite de jojoba o de desmaquillador de ojos directamente en la brocha. Corta el fieltro blanco en trozos pequeños y sosteniendo la brocha verticalmente, frótala en movimientos circulares en los bordes del fieltro de manera que toda la máscara se quede en el reborde del fieltro. Puedes mojar el fieltro con agua o incluso alcohol para que el proceso sea más rápido. Por lo general, verás que queda mucho producto entre las cerdas. Ten paciencia y frota la brocha entre los bordes hasta que no queden sucios de máscara.

3. Aclara la brocha con agua y aplica unas gotas de alcohol sanitario directamente en ella. Deja actuar de 2 a 3 minutos.

4. Aclara la brocha y de nuevo, límpiala con champú como en el paso nº1.

5. Para asegurarte de que no queda rastro de ningún producto (alcohol, champú, aceite de jojoba) vuelve a frotarla entre los bordes de un trozo de fieltro limpio y mojado con agua. En este paso, los bordes deben quedar limpios por mucho que frotes la brocha.

6. Deja secar la brocha varias horas antes de usarla.

¡Listo! Ya tienes una brocha limpia y desinfectada que quizás consiga que te vuelvas a enamorar de esa máscara que odias y ya no usas por su brocha. Como ves es muy fácil, tan sólo se requiere tiempo y paciencia.

¡Espero que os sea útil!

Bsos